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The story

Estas dos historias no son mías, las encontré por casualidad por facebook y me han encantado. Así que he decidido publicarlas para que todas podáis disfrutar de estas fantásticas novelas tanto como yo. No se quien las ha escrito pero son maravillosa. Espero que os gusten.


Gracias por leer.

sábado, 14 de junio de 2014

AVISO PARA LA NUEVA NOVELA

AVISO:

Hola amores!

¿Os preguntareis el PORQUE de Este aviso no? Bueno os lo voy a explicar.

A partir de ahora Quedan aproximadamente UNOS 5 días para que SUBA la nueva novela, y de como bien Dije al Principio del Blog iba a Subir novelas Que me habian gustado y Que No Eran Mías Para Qué vosotras podais Disfrutar tmbién de Ellas.

Pues el Caso es Que Tengo ya pensada la siguiente here subire Que novela, tambien Sobre Auryn Que se Llamara: ADICTO A TI

El Protagonista of this Historia Sera Dani, y como siempre el heno una chica, Pero Esta Vez no yo Seré. A si que Necesito un una chica. Para Ello debereis de DEJAR UN Comentario en el blog ( Todos En El Blog ya Que Ahora Se Puede Comentar en anonimo Cuenta pecado ) CON ESTAS Cuestiones Que os voy a PONER:  

 1 - Nombre
 2 - Descripción Física.
 3 - Descripción personal.
 4 - Vuestras aficciones, de como sois ...
 5 - Por Que deberiais salir en la novela.

Tambien podeis Ponerme Lo Que queráis vosotras en Pero Deben De ESTAR ESTAS Cuestiones.

Ademas also necesitare una Otra chica Que Sera amiga de la prota Y Que estara estafa Carlos . A tambien Que Si debereis de contestarme una ESO. 

Al final, de Vuestro Comentario me debeis de PONER estafa Que chico querriais Estar si aire acondicionado o Dani Carlos

Espero vuestros comentarios y de Me suerte this del siempre de Vuestra parte.

Besos, María.

Story of my life - Capítulo 41


Capítulo 41:

La luz volvió al lugar, iluminando el departamento y el sector en el cual él estaba parado. Era un sueño, ella estaba segura de eso. Estaba realmente empapado, con un pequeño bolso en la mano. Estaba vestido de una manera diferente a la que ella estaba acostumbrado verlo. Llevaba una camiseta blanca, que a causa de la lluvia se le pegaba al cuerpo, unos pantalones color crema y unas zapatillas de lona negras. Era un Álvaro muy despreocupado, vestido de aquella forma. Respiraba como si hubiese estado corriendo mucho.

—Perdón —fue lo primero que los labios masculinos soltaron.


Ella sonrió emocionada y luego se mordió el labio inferior para tirarse sobre él y plantar su boca en la suya.


Álvaro la abrazó con fuerza contra él, sintiéndose completamente dichoso de ser amado por María. Le respondió el beso desesperadamente. La había extrañado demasiado. María soltó su boca solo para besarle el resto de la cara. Él rió por lo bajo y luego ella lo abrazó, escondiendo el rostro en su cuello.


—¿No es un sueño, verdad? —le preguntó.
—No, princesa —susurró él mientras le acariciaba la espalda —No es un sueño. Vine a buscarte… no podía seguir viviendo sin ti…


Ella se alejó un poco para mirarlo a los ojos. Debería simplemente arrojarle algo por la cabeza y decirle que no lo necesitaba. Pero… ¡No podía! No podía hacerlo. Porque aquello sería completamente mentira. Claro que lo necesitaba… por Dios, lo necesitaba tanto.


—Ay, Álvaro, te necesito tanto…
—Ya estoy aquí, mi amor —sonrió levemente y acarició su rostro —Perdóname, por haber sido tan imbécil, María.
—Ya está, ya no me pidas más perdón… ya estás aquí. Eso es todo lo que necesito, mi amor, mi vida —lo besó de nuevo en los labios.


Y aquel suave beso pasó a ser demandante y desesperado. Ambos sabían lo que necesitaban. En ese momento no podían detenerse y ponerse a hablar de todo lo que había pasado. Necesitaban sentirse, ser uno…


María acercó a Álvaro un poco más a ella, incitándolo a entrar del todo al departamento. El dio los primeros pasos, pero entonces recordó que su bolso estaba afuera. Maldita sea, realmente necesitaban controlarse un poco. Soltó los labios femeninos.


—Mi amor, mis cosas —susurró agitado.


María lo soltó al instante y rió algo nerviosa. Simplemente se estaba comportando como una desesperada. 


Él estaba empapado y seguramente cansado por el largo viaje. Era una pervertida. Álvaro tomó su bolso y entró al departamento de María. Ella cerró la puerta y soltó un suspiro cuando se giró a verlo. Todavía no podía creer que él estuviera allí.

—¿Quieres darte un baño? —le preguntó. Álvaro estaba mirando atentamente a su alrededor. Aquel lugar era agradable. Él volvió la mirada a ella…
—¿Qué tipo de baño? —quiso saber. Ella sonrió.
—Un baño… para poder ponerte cómodo y sacarte esa ropa mojada.
—¿Lo tomare solo?


La morena sintió cosquillas en su vientre, y en su mente se filtró la imagen de él y ella en la ducha. Sería grandioso. Aunque ella ya se había bañado. Pero al demonio, no iba a gastarse por un poco más de agua.


—¿Te gustaría que te acompañe? —le preguntó.
—Estoy loco por ello.


María sonrió pícaramente y lo tomó de la mano para conducirlo hacia el pequeño baño que aun retenía algo de vapor en su interior. Encendió la luz y giró rápidamente para encontrarse con la boca de su salvaje.
Álvaro vagó sus manos sobre el cuerpo de ella mientras sus lenguas se encontraban en un caliente baile. Le quitó la pequeña bata. Aquel pequeño camisón que llevaba puesto comenzaba a estorbarlo de una manera increíble.


María fue un poco más rápida, soltó sus labios para poder quitarle la camiseta mojada y tirarla al suelo. Él copió su acción y se deshizo de su camisón.


María soltó una pequeña risita y se escapó de sus brazos para entrar a la ducha y prender el agua. Desesperadamente Álvaro terminó de quitarse el resto de sus ropas y entró detrás de ella. Intentó abrazarla de nuevo, pero María se hizo a un lado dejando que el agua cayera sobre él.


—Primero la ducha —dijo ella y entonces tomó la esponja y la llenó de jabón para después comenzar a pasarla sobre el pecho de él. Levantó la mirada para encontrarse con sus ojos color miel llenos de amor y deseo. Antes de que se derritiera por él lo hizo girar para poder pasar la esponja por aquella majestuosa espalda —¿Cómo llegaste hasta aquí?
—Charlie me fue a buscar al aeropuerto —le contó él sobre su hombro. Ella bajó la esponja hasta sus hermosas nalgas. Sonrió al ver que él daba un respingo.
—¿Por qué decidiste venir? —quiso saber.
—Porque era infeliz sin ti, María —dijo él entonces giró, quitándole la esponja de la mano y mirándola como jamás ningún hombre la había mirado – Porque cuando tenía 13 años no podía ir detrás de ti, no sabía lo que realmente era el amor. Pero ahora si pude, tardé un poquito, pero pude. No iba a perderte de nuevo…


Ella sonrió con lágrimas en los ojos y él la tomó de la nuca para acercarla a sus labios y besarla dulcemente. María gimió suavemente ante la sensación de tener de nuevo su cuerpo pegado al suyo. La colocó con cuidado contra la pared de la ducha… Ella no pudo respirar cuando él bajó la cabeza para atormentar sus pechos. El éxtasis la invadió. Enterró las manos en sus cabellos acercándolo más a ella.


Álvari estaba desesperado por tocarla, por hacerla reaccionar, por escuchar como susurraba su nombre con aquella encantadora nota de placer. Volvió a subir sus besos hasta encontrar el lugar dónde latía desencadenadamente su pulso.


La lamió allí con cuidado…


—Te amo, Álvaro —susurró ella en su oreja —Te he amado toda mi vida…


Ella se agarró con fuerza de sus hombros y soltó un alto gemido cuando él entró en ella de manera imprevista, llenándola completamente. Era el paraíso.


Álvaro gruñó por el sentimiento de estar dentro de ella otra vez. Cada parte de su ser gritaba aliviado. Estaba en dónde tenía que estar. Alzó la vista para encontrarse con aquellos hermosos ojos marrones mirándolo necesitadamente.


El agua caliente de la ducha caía sobre ambos, mezclándose con sus gemidos y la leve transpiración que bañaba a ambos. Y el lugar al que ambos querían llegar los envolvió. María enterró las uñas en sus brazos mientras gritaba su nombre y se movía a si misma contra él una y otra vez. Álvaro se le unió, mirándola siempre a los ojos, para dejarle ver cuanto amor le tenía.


Cuando todo se calmó, ella lo abrazó con fuerza, escondiendo el rostro contra su pecho. Depositó un suave besó sobre el lado dónde latía su corazón. Álvaro le alzó el rostro y besó cortamente sus labios.


—Te amo, princesa, te amo.
—También yo a ti —lo besó y decidieron terminar con aquella ducha.


Terminaron y se secaron con dos grandes toallas blancas. María volvió a ponerse su camisón mientras que Álvaro solo sacó un pantalón de dormir de su bolso.


Apagaron las luces del departamento y María lo llevó hasta la habitación. Se dejaron caer en la cama y ella se acurrucó como un animalito contra él. Afuera seguía lloviendo, pero ella ya estaba completamente tranquila, no estaba sola.


Álvaro comenzó a acariciar su cabello y cerró los ojos, sintiéndose completamente en paz. Había sido la mejor decisión de su vida venir por ella, claro que si.


— Álvaro —lo llamó.
—¿Qué, mi amor? —preguntó en un susurró.


Ella se acomodó mejor contra su pecho y alzó la cara para poder mirarlo. Sonrió al verlo con los ojos cerrados.


—¿Vas a quedarte conmigo?


Él abrió los ojos y la miró. Su corazón palpitó… era como tener un caballo salvaje latiendo en su tórax. Ella lo hacía sentir así, salvaje, libre, completamente ajeno al mundo que los rodeaba. Iría con ella hasta el fin del mundo si era necesario.


—Iré a dónde vayas, mi amor —le dijo. Ella suspiró aliviada y lo besó antes de volver a acomodarse para dormir.
—Mañana voy a llevarte a conocer toda la cuidad —le aseguró.
—Eso me asusta… por lo poco que vi mientras venía en ese auto amarillo, horrible color para un auto, parece una jungla de cemento.
—Lo es —asintió divertida —Pero sé que va a gustarte. Mi amor, volveremos al campo, o iremos a otro, no lo sé, pero pase lo que pase sé que juntos estaremos bien.
—Te amo María—La besó.
—y yo a ti Álvaro —






Hola amores!!!!

Espero que os haya gustado el nuevo y el ultimo capitulo de la novela!! Espero vuestros comentarios y opiniones!!

El ultimo capítulo... gracias por leer y ahora quiero deciros que subire otra novela para ello debereis dejar vuestro comentario en la siguiente entrada que suba para poder elegir protagonista!!

Besos, María

martes, 3 de junio de 2014

Story of my life - Capítulo 40


Capítulo 40: Ante-último capítulo, el final se acerca!!




Una semana después…

Él arrojó el pedazo de tronco caído que llevaba sobre su hombro, en medio de la caballeriza. Los caballos protestaron ante el molesto sonido que irrumpió en la paz en la cual se encontraban. Álvaro suspiró y se secó la frente con el dorso de su mano. Tomó el hacha que había apartado y se dispuso a cortar el tronco en pequeños pedazos de madera para una futura fogata o lo que se precisara. 


Hacía exactamente una semana que su vida era simplemente una porquería. No podía dormir, no quería comer. Ni siquiera sabía como era que seguía respirando. Todas las noches soñaba con ella y se despertaba a la mitad de su sueño para darse cuenta de que no estaba allí. Se sentía miserable. Era miserable sin ella.
Extrañaba verla sonreír, escucharla hablar, sentirla respirar. Extrañaba salir a cabalgar con ella. Extrañaba el calor de sus labios, su sabor. 


Comenzó a cortar la madera con más fuerza. En todas las veces que ella había llamado jamás pidió hablar con él. Y lo sabía porque en más de una ocasión se había tomado el atrevimiento de escuchar la conversación por otro teléfono. 


—Realmente eres un imbécil —dijo sacándolo de sus pensamientos.


Algo agitado dejó de hachar la madera y se enderezó para mirarlo.


—No estoy de humor para tolerarte, Alex —le advirtió.
—Óyeme, yo no tengo la culpa de que seas completamente infeliz en este momento. Tú eres el único culpable. 


Álvaro lo miró coléricamente y comenzó a hachar de nuevo. cam negó con la cabeza y suspiró. ¿Es que acaso su primo era un completo imbécil? 


—¿No tienes nada más importante que hacer que estar ahí parado mirándome como un *******, Alex? —le preguntó sin dejar de hacer lo que estaba haciendo.
—Solo estoy tratando de entender por qué mi primo se está comportando como todo un cobarde…

Álvaro suspiró y tiró el hacha a un costado para mirar de frente al rubio. 

—La amo, ¿entiendes eso? —preguntó.
—¿Y por qué sigues aquí, eh? ¿Por qué si tanto la amas no vas a buscarla? Álvaro … por una vez en tu vida, deja de pensar en el campo. No va a morirse, va a estar aquí siempre, esperándote. Pero María no, y creo que ella te necesita más a ti que el campo en este momento.
—No es tan fácil…
—¡Claro que es fácil, Álvaro! —exclamó —¿No eras tú el que me decía que debía jugarme por Sara? —preguntó —Mírame, me jugué por ella y ahora su padre ha aceptado nuestra relación. Robert Montoya me acepta porque yo me jugué por su hija. ¿Qué hiciste tú por María? La dejaste ir…
—¿Qué pasa si no funciona? —preguntó frustrado.
—Jamás vas a saberlo si no te arriesgas. Por lo que sé María ha estado como loca con todas las cosas que tiene para hacer. Y con la ayuda de Matt no le basta, necesita de alguien más. Y ese alguien… eres tú…

Álvaro asintió levemente. Cada palabra que cameron le acababa de decir era cierta. Él se estaba comportando como un completo cobarde. Dejó que ella se fuera pensando que no la amaba realmente. La dejó ir y enfrentar las cosas sola. Realmente no se merecía el amor de esa mujer. Pero le rogaba a Dios que lo aceptara cuando fuera a buscarla. Si, eso mismo iba a hacer… en ese preciso momento.


Ella llegó a su departamento completamente destruida. Estar a cargo de una empresa jamás creyó que sería tan frustrante. Todos consultaban con ella. Todos la necesitaban. Todos le preguntaban que estaba bien y que estaba mal. Ahora entendía el stress por el cual había pasado su padre. Por eso mismo quería encontrar rápidamente un comprador.

Entró a su cuarto, se quitó los incómodos zapatos de tacón y se dio una pequeña ducha, para relajar un poco los músculos de su cuerpo. Se puso se camisón de dormir y encima una pequeña bata de seda. El clima había refrescado un poco por esos lados. Desde que había llegado los días habían estado algo nublados, como su vida. 


A pesar de estar ocupada todo el día, no podía dejar de pensar en Álvaro, en cuanto lo extrañaba y necesitaba. Las veces que había llamado, había evitado preguntar por él. Solo para no sentirse peor. Extrañaba cada cosa de él. Su sonrisa, su voz, su mirada, sus besos, sus abrazos, su aroma…
Voy a estar bien, tengo que estar bien.


Pensó. Pero cada día que pasaba era una tortura. Daría lo que fuera por tenerlo allí con ella. Para que la ayudara con la empresa, para acompañarla en la cena, para mimarla en la noche. Necesitaba a su príncipe salvaje, más de lo que necesitaba vender la maldita empresa familiar.


El teléfono de su departamento comenzó a sonar. Corrió a atender antes de que cortaran.


—¿Hola? —atendió.
—¿Qué estás haciendo, Sweetness? —le preguntó él.
—Hola, Mattie —suspiró y llevó el teléfono inalámbrico con ella hacia la cocina. Iba a cocinarse algo —Acabo de llegar a casa.
—¿Tan tarde? —preguntó él —Son casi las 10 de la noche, cariño.
—Lo sé, lo sé —asintió ella y comenzó a buscar algo en su refrigerador —Pero las cosas en la oficina son un caos. No sabía que papá tenía tantos negocios por resolver y esas cosas.
—Debes estar agotada —dijo él preocupado —¿Quieres que vaya a quedarme contigo?
—No, Mattie, muchas gracias. Pero voy a comer algo y me voy a tirar a dormir. Necesito descansar, por el amor de Dios.
—Bueno —rió él —Entonces te dejo tranquila. Solo llamaba para ver como estabas y para avisarte que ya resolví el problema de los pagares.
—Oh Dios, eso es genial —aseguró —Muchas gracias, hermana, eres genial.
—Ya lo sé —dijo orgulloso —Te amo, adiós.
—Yo también. Adiós.


Colgó con una pequeña sonrisa en los labios. De verdad ella no sabía que sería de su vida si no tuviera a Matt Donovan a su lado. El sonido del agua llegó a sus oídos. Frunció el ceño y se acercó a la ventana de la cocina. Llovía torrencialmente. Y de repente el sonido de un rayo, acompañado de un pequeño temblor, llegó a ella. La piel se le erizó del miedo y las luces del departamento se apagaron dejándola completamente a oscuras.


—Maldita sea, esto no puede estar pasando —murmuró entre dientes y salio de la cocina. 


Acostumbró su mirada a la penumbra. Todo estaba tan oscuro y el sonido de la lluvia le daba aun más aquel aspecto tenebroso. Odiaba estar sola en momentos como ese. 


Entonces unos golpes llegaron desde la puerta principal. Ella se paralizó. OH POR DIOS. ¿Quién podía ser a esa hora? Respiró profundamente y tomó un pequeño palo de metal que estaba cerca de la chimenea artificial que tenía en su sala de estar. Se acercó con cuidado a la puerta… tal vez ella solo estaba loca y era el encargado del edificio informando que había un corte parcial en el edificio. Bajó su arma de defensa pero no la soltó. Llegó a la puerta y la persona que estaba del otro lado volvió a golpear. El pulso de la morena se aceleró. Intentó mirar por la pequeña mirilla, pero del otro lado todo estaba oscuro y solo podía distinguir una enorme figura negra del otro lado. ¿Y si no era el encargado y era un asesino como en las películas de terror? Se le congeló la sangre.


—¡María, mi amor, ábreme por favor! 


Ella se quedó totalmente quieta al oír aquella voz. Entonces no lo dudó más y abrió la puerta para encontrarse de frente con un empapado príncipe salvaje que fue hermosamente iluminado por un trueno que acababa de sonar








Hola amores!!!

Espero que os haya gustado el nuevo capítulo, el ante-último... que pena ¿verdad?. Espero que podáis perdonarme por tardar tanto en subir capítulos de todas mis novelas pero estoy estudiando a tope porque... HE APROBADO BACHILLER jaja y ahora toca centrarse en selectividad, pero prometo que en cuanto acabe, me pondre con nuevos capítulos, el último de esta novela, el ultimo de un amor de verano, el tercero de la verdadera historia de Cato y Clove y comenzaré adicto a ti.

Gracias por estar ahí, por acompañarme en este camino y espero vuestros comentarios.

Besos, María.