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The story

Estas dos historias no son mías, las encontré por casualidad por facebook y me han encantado. Así que he decidido publicarlas para que todas podáis disfrutar de estas fantásticas novelas tanto como yo. No se quien las ha escrito pero son maravillosa. Espero que os gusten.


Gracias por leer.

sábado, 27 de septiembre de 2014

Adicto a Ti - Capítulo 16


Capítulo 16:

Susan se acercó a nosotros con la libretita para anotar lo que íbamos a tomar. Cuando lo hizo miró fijo a Abril.
—Hola mucho gusto, soy Susan —le dijo y estiró su mano para que ella la tomara. Abril sonriéndole amablemente tomó su mano.
—Soy Abril —dijo ella.
—Eres nueva —habló Susan asintiendo.
—No Susan—le hablé al reaccionar sobre aquello. Pero fue demasiado tarde. Ella giró y se dirigió a todos en el lugar.
—¡Muchachos, tenemos una integrante nueva en la taberna! —gritó contenta. Todos comenzaron a aplaudir y silbar —¡Hay que darle la bienvenida!
—¡No, no, no claro que no! —dije poniéndome de pie.
—Ven Abril —dijo Susan y le tendió la mano para que ella la tomara. Con un poco de duda Abril la tomó y caminó detrás de ella hasta la barra. Carlos, Blas y yo fuimos detrás de ellas, con todo el mundo detrás de nosotros también.
—Susan, por favor no lo hagas —le rogué.
— ¿Por qué? Solo quiero darla la bienvenida al lugar —me dijo ella. Mientras iba llenando un gran vaso con cerveza. Miré a Abril.
—Vamos cariño, no tienes que hacer esto —le dije. Ella me miró bien, y luego miró a Susan que estaba frente a ella.
—Dani, no seas aguafiestas —me regañó Susan.
Susan colocó el gran vaso frente a Abril. Ella lo miró bien —Tienes que hacer fondo de este vaso, y luego te giraremos sobre la silla, para que estés más feliz.
—No lo hagas, Abril Así no eres tú —dije casi desesperado.
Abril Anne miró a Susan y volvió a mirarme a mí.
—¿Acaso crees que no puedo hacerlo Fernández? —me preguntó.
—No, no es eso. Sino que puede hacerte mal…
—Abril, mejor escucha a Dani. Rayos!...esta vez tiene razón —le dijo Blas.
—No hace falta que lo hagas Abril —dijo Carlos. Ella nos miró a los tres consecutivamente, y miró de nuevo a Susan.
¡Maldita seas, Susan! ¡No debiste hacer eso! —¡Vamos linda, hazlo! —algún imbécil gritó por ahí. Todos comenzaron a gritar que lo hiciera, y todos esos incentivos maliciosos.
— ¿Vas a hacerlo Abril? —preguntó Susan.
— ¡No! —dije.
— ¡Que sí! —dijo ella firme. Todos festejaron alegres.
Varios de ellos se pusieron alrededor de Abril para girarla cuando terminara de tomar, haciendo que los chicos y yo nos alejáramos un poco.
—¿Por qué la única vez que tengo razón no me escucha? —les pregunté a mis amigos.
Escuchamos como todos empezaron a decir el típico: ‘Fondo’ ‘Fondo’ ‘Fondo’
Les hice un gesto a los chicos para que nos sentáramos en la mesa. Ella no iba a hacerme caso. Pues ni modo, nada podía hacer. Todos se alejaron de la barra, y pude verla riendo con Susan. La cerveza ya había hecho efecto en ella.
—Será mejor que la cuides —me dijo Cantó.
—Normalmente, eso me molestaría —dije mirando hacia Abril.
—Pero en este caso te encanta la idea —me habló Carlos —Lo sabemos suripanta, ahora ve a cuidarla.
Me empujó para que fuera hacia allí. Me acerqué a ellas me senté en la silla de al lado de Abril. Ambas se giraron a verme.
—Muy simpática tu amiga Dani, nunca habías traído chicas aquí —me dijo Susan. Abril me miró con ojos tiernos.
—Aaaawwww, soy la primera chica a la que traes —dijo con tono tierno con voz de bebé —Me siento como cuando mi primer novio me llevó a conocer a sus padres.
Susan rió divertida.
—Pero yo no soy su madre, puedes ser traviesa —le dijo. Abril río.
— ¿Puedo serlo? —preguntó.
— ¡No! —le dije y miré a Susan —Deja de querer pervertirla…
—Tranquilo Fernández, tranquilo —dijo mi Anne —¿Me das otra de esas Susan?
—¿Una cerveza? —preguntó.
—Sí —dijo asintiendo.
—Claro que si linda, y va por mi cuenta —le dijo. Volvió a servirle un gran vaso de cerveza y se lo puso en frente.
— ¡No Abril, no vas a beber eso! —le dije intentando detenerla.
—No eres mi padre —me dijo y tomó el vaso —Además de que ya estoy grande como para decidir que tomar y que no.
—Está bien, haz lo que quieras —le dije rendido.
—Pues claro que sí —dijo, volvió a tomar la cerveza inclinando la cabeza hacia atrás y haciendo un limpio fondo.
¡Dios santo, esto no va a terminar bien! No sé cuantas cervezas más se tomó, pero se estaba excediendo. Después de terminar de tomar su, sexto vaso creo, se puso de pie y se tambaleó un poco, pero se equilibró.
—Voy a poner un poco de música —dijo señalando a la rockola.
—Ve, ve —dijo Susan sonriendo. Vi como caminaba.
—Deja de querer embriagarla Susan —le advertí.
—Ya esta ebria Dani, pero déjala ser libre, que vuele, que explore…
—No, yo no quiero que explore —dije y vi como Abril chocaba levemente contra Hook.
Esté se giró a verla.
—Lo siento grandulón, no te vi —le dijo disculpándose y palmeando su pecho.
—No es nada bombón, ¿estás sola? —le preguntó él. Me puse de pie.
— ¡Hook, saca tu miserable vista de ella si no quieres terminar peor que la última vez! —lo amenacé. Esté me miró bien.
—Tranquilo, tranquilo. No sabía que era tuya —me dijo él. Abril se giró a verme.
—Aaay, que celoso —dijo con tono pícaro y rió —Ve tranquilo grandulón, Abril está sensible últimamente, pero no voy a dejar que te haga daño —le dijo y siguió caminando hasta llegar a la rockola. Comenzó a buscar música. Hasta que se giró a vernos —¡No puedo creer que en este lugar tengan esto! —puso play y una conocida canción, pero no recuerdo su nombre comenzó a sonar.
—¡Vamos a bailar chicas!
Todas sonrieron, se pusieron de pie y comenzaron a moverse muy sensualmente al ritmo de aquella
canción. Giré mi cabeza para mirar a Susan.
—¿De quién es esa canción? —le pregunté.
—No puedo creer que esa canción siga ahí, pensé que la había quitado —dijo divertida y miró
a Abril—Se llama I love rock and roll de Britney Spears y me parece que a Abril le gusta bailarla.
Volví mi vista a Abril, y ella se movía sensualmente mientras caminaba hacia mí.
¡Diablos, no podía ser tan sexy!
Se acercó más a mí y tomó mi mano para ponerme de pie.
—Abril no. Estás ebria —le dije cuando comenzó a bailar cerca de mí.
—Ya lo sé —me dijo y apoyó su espalda contra mi pecho, para luego bajar despacio y volver a subir. Giró y me miró a los ojos.
—Pero es tu culpa, por traerme aquí. Ahora lo aguantas.
Vi como Blas y Carlos reían divertidos ante mi notoria frustración de que ella estuviera haciendo eso. Provocando que mi sangre se calentara… y que otras partes de mi también.
Luego todas ellas se subieron a la barra, incluida Susan. No puedo creer que esto esté pasando.
Todas bailaban sensualmente sobre aquella barra, tocándose entre ellas y riendo divertidas. Pero mi mirada no podía salir de Abril. Sentí una mano apoyarse sobre mi hombro.
—Hermano, hermano. Como te provoca Abril ¿cierto? —me dijo Blas.
—Cállate —le dije sin dejar de mirarla.
—Te trae loco —aseguró Marco—Mira, te la estas comiendo con la mirada. Yo creo que si tuvieras súper poderes de la vista, ya le hubieses sacado la ropa.
De repente un idiota intentó bajar a Abril de la barra para tocarla o no sé que tenía entre manos, entonces reaccioné y me acerqué a él para sacarlo de un solo golpe de allí. La música dejó de sonar y se escucharon algunas botellas de vidrio caer al suelo, tomé a Abril y la subí a mi hombro.
— ¡Nos vamos! —le dije firme. Ella comenzó a patalear.
— ¡No, no quiero! ¡La estaba pasando bien, Dani! —se quejó.
— ¡No me interesa, nos vamos! —sentencié.
— ¡Vuelve pronto Abril! —le gritó Susan.
—¡Claro que sí, Sue! —contestó ella, mientras la llevaba encima mío como una bolsa de papas.
—Adiós muchachos, los veo luego —les dije a mis amigos y salí de allí.
La subí a la moto y prendí marcha hacia mi departamento. Yo no podía dejarla así en su casa, y tampoco podía quedarme en su casa. Tal vez cuando despierte, piense que soy un pervertido que le hizo algo o alguna cosa de esas. No dejó de decir tonterías en todo el camino. Se reía de cualquier cosa, y hasta logró hacerme reír a pesar de que yo iba a regañándola. Llegamos a mi casa y la ayudé a entrar.
La senté sobre la mesa y comencé a buscar el café.
—Nunca más, ¿entendiste? Nunca más te llevó a ese lugar —le dije.
—Eres un aburrido, solo tú quieres diversión —me dijo.
Me incorporé y la miré. Ella sonrió y yo solo negué con la cabeza.
—Ahora voy a hacerte un café para que se te vaya la borrachera que te echaste encima, como si no existiera un mañana.
— ¡Ni lo pienses! —me dijo y se bajó de la mesa.
Caminó hasta el sillón, en donde se acostó pesadamente —No voy a tomar café, odio el café.
—Tienes que tomarlo, ¿sino como se te va a ir eso?
—No lo sé, pero no voy a tomarlo —me aseguró —Búscame otra cosa, un vaso de agua o un
calmante para el dolor de cabeza que seguro me va a dar mañana. Pero café no tomó ni aunque me amenaces con matarme…
—Eres una niñita caprichosa. Juro por mi vida que jamás voy a volver a sacarte a ningún lado, para que luego te comportes así y tomes como una borracha y te pongas a bailar como Shakira sobre una barra y hagas que alguien más que yo te miré con deseo, porque…
Levanté mi cabeza para mirarla, y ella estaba profundamente dormida sobre el sillón.
Sonreí y con cuidado me acerqué a ella. Acomodé un poco unos mechones de su cabello.
—Solo tú puedes quedarte dormida, conmigo al lado —dije divertido.
Me acerqué más y la alcé en brazos para llevarla a dormir en la cama. Como todo caballero que soy no iba a dejarla dormir incómodamente en el sillón, la alcé firmemente. Ella, media dormida, colocó sus brazos alrededor de mis hombros y escondió su rostro en mi garganta. Sentí como respiraba profundamente. Detuve mi paso, ante el escalofrió que recorrió mi espalda.
—Como me gusta tu perfume —susurró —Es tan masculino, y te hace tan irresistible. No te lo había dicho antes pero…tu tatuaje es tan sexy, que hasta ganas de lamerlo tengo.
— ¿Ah si? —dije.
—Ajá —dijo ella. Tragué sonoramente.
Levantó su cabeza y me miró fijo a los ojos. Sonrió divertida, y luego hizo algo que yo no esperé que hiciera. Sus labios se apoyaron despacio sobre los míos, se abrieron con cuidado tomándolos. Mis ojos estaban bien abiertos, mirándola a ella. Sus ojos estaban cerrados. Sin dejar de mirarla comencé a responder a su boca. Sus manos subieron por mi cuello a mí nuca y me acercaron más a ella, sus dedos acariciaron suaves mis cabellos. Entonces, sin intensión alguna, mis ojos se cerraron ante aquella sensación, mientras la tomaba con más firmeza entre mis brazos. Su boca se movía sensual sobre la mía, excitándome. Y cuando su lengua acarició con ansia la mía, creí que iba a volverme completamente loco. Se alejó despacio, y abrí mis ojos para mirarla. Sus ojos aun estaban cerrados, hasta que los abrió y sonrió. Se acercó de nuevo a mí y acarició mi nariz con la suya, para luego volver a apoyar su cabeza contra mi hombro.
— ¿Y eso por qué fue? —le pregunté agitado realmente me había gustado ese beso.
—Por ser horriblemente irresistible —contestó.
Escuché una pequeña risa de su parte, y entonces caminé hasta mi habitación. Con cuidado la acosté en la cama. Le quité los zapatos y la tapé con una pequeña manta. Salí de allí y luego de ir al baño me fui a acostar en el sillón. Coloqué mis brazos detrás de mi cabeza, mirando fijamente al techo. El dulce sabor de su boca aun no se había ido de la mía. La sensación caliente aun ardía en mis labios. Sacudí mi cabeza, yo no podía estar pensando eso. ¿Soy yo quien la está conquistando a ella o es ella quien me está conquistando a mi?
No, no, no. Claro que no. ¿Conquistarme a mí? Eso es imposible. Yo las conquisto, yo las uso y luego todo se termina. Así fue siempre, y así seguirá siendo. Esa es mi vida, es mi rutina y no la cambiaría por nada del mundo. Pero debo admitir que es la mujer con la que más relación social tuve en toda mi vida.
Ya, ya basta Dani. Deja de pensar, todo está bien. Todo está saliendo acorde tus planes. Pronto Abril Anne Brooks Riccie caerá a tus pies, como el resto. Es solo cuestión de tiempo, de esperar. No me cuesta nada esperar un poco más de tiempo que a las demás. Y creo que si vale la pena esperar por una noche con aquella hermosa chica.




Hola amores!!
Espero que os haya gustado el nuevo capítulo y que dejeis vuestros comentarios de lo que os ha parecido.
Gracias por leer.

Besos, María.

3 comentarios:

  1. me encanta!!! sigue escribiendo asi ;)

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  2. capitulo perfecto, dios me encanta enserio me he enamorado. Gracias por haer esto realidad. Me encanta como escribes ;)

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