Páginas

The story

Estas dos historias no son mías, las encontré por casualidad por facebook y me han encantado. Así que he decidido publicarlas para que todas podáis disfrutar de estas fantásticas novelas tanto como yo. No se quien las ha escrito pero son maravillosa. Espero que os gusten.


Gracias por leer.

martes, 5 de julio de 2016

Adicto a Ti - Capítulo 35


Capítulo 35



Miré a mí alrededor fijándome si ella no estaba por ahí. No, no había ninguna señal de ella.

— ¿Se puede saber qué demonios haces? —me preguntó Blas.
—Estoy mirando —le dije y volví a mirar para todos lados.
—Sí, ya lo sé. Pero ¿Qué miras? —me dijo él.
—Nada, nada. No me hagas caso —dije y dejé de mirar. Carlos me miró frunciendo el ceño.
— ¿Hay algo que quieras contarnos? —me dijo el castaño. Lo miré bien.


¡Oh, diablos! Emma, ya le fue con el cuento.


— ¿Tu noviecita ya te fue con el chisme? —le dije con tono burlón.
— ¿Qué? ¿Qué pasó? —preguntó Blas.
— ¿Sabes con quien se acostó ayer a la madrugada, Dani? —le dijo Carlos.
—No, ¿Con quién?
—Carlos —le dije para que se detuviera.
—Con Abril —le dijo. Blas se giró a verme sin poder creerlo.
—No es cierto —me dijo.
— ¡Maldita sea, Carlos! No tuviste que haberlo dicho —dije enojado.
—No, no puedo creer que lo hayas conseguido —me dijo Blas aun sin poder creerlo.
—Bueno, ya esta no quiero hablar del tema —le dije y volví a mirar a mí alrededor.


Estábamos en la Universidad, ayer por la tarde me la pasé peleando con 
María y Emma y también riendo un poco. Aquellas dos me acusaron de ser un cínico que necesita urgentemente la ayuda de un profesional. Y puede ser que tengan razón, pero yo ni iba a dejar que se salieran con la suya. Hoy era un día nuevo y yo tenía que estar muy alerta para vigilar a Abril.

El auto que yo estaba esperando que llegara, llegó y se estacionó a unos cuantos metros de donde estábamos nosotros. Las tres bajaron al mismo tiempo. Mi mirada se posó en mi prima. Al instante María me miró fijamente. Sonrió triunfante y me sacó la lengua en forma de burla. Vi como las tres entraban a la Universidad y comencé a empujar a mis amigos para que caminaran.

— ¿Qué sucede? —preguntó Blas.
—Caminen, caminen. No podemos perder de vista a esas tres —les dije y los seguí empujando.


Las divisé caminando hacia uno de los salones, entonces apresuré nuestros pasos y sigilosamente nos acercamos más a ellas.


—Hoy tenemos que ir a la biblioteca antes del medio día, Abril —le dijo mi prima.
— ¿Para qué? —preguntó Abril.
— Tienen que ayudarme a dar unos libros, ¿si? —dijo Emma


Entrecerré los ojos, pequeñas manipuladoras. ¿Con que ese es su plan? Hacerlos cruzarse en la biblioteca, que ella le de sus libros. No lo van a lograr…


—Claro, no hay ningún problema —dijo Abril.
—Claro que sí hay un problema —susurré.
— ¿Cuál es el problema? —me preguntó Blas.


Detuvimos nuestros pasos justo antes de entrar al salón. Ellas ya habían entrado.


—Que la loca de mi prima y la pequeña diabólica, quieren hacer que Abril salga con un tipejo —les conté.
— ¿Qué tipejo? —me preguntó Carlos. Entrecerré los ojos y miré hacia la puerta del salón.
— Josh Devine —sentencié.
— ¿Josh? ¿El presidente del centro? —dijo Blas.
—Ese mismo —afirmé.
—¿Y qué tiene de malo? — preguntó Carlos.
— ¿Cómo que tiene de malo Carlos? Absolutamente todo —le dije.
—Pero ¿Acaso no era que Abril solo te interesaba para una noche? Bueno, ya la obtuviste. ¿Ahora qué quieres de la pobre? —me acusó Blas.
—Esto no tiene nada que ver conmigo —mentí.
— ¿Ah no? ¿Entonces? —dijo Carlos.
—Solo me preocupa que quieran involucrarla con… cualquiera —dije. Blas miró a Carlos y sonrió.
—Nunca había escuchando una mentira tan grande —le dijo divertido.
—Bueno, ¿de quién son amigos? ¿Míos o de ella? —les pregunté.
—Nos agrada Abril —dijo Blas —Es una buena chica, y es como la hermana que nunca tuve.
—Y tú eres un cerdo —acotó Carlos.
—Lo que sea —les gruñí — ¿Van a ayudarme?
—¿A qué? —dijo el castaño.
—A impedir que ella conozca a Devine —les dije.
—Listo, acaba de perder completamente el juicio —aseguró Blas.
— ¿Estas bromeando cierto? Si yo tuviera una hermana se la entregaría a Josh ¿Tienes idea de lo bueno que es? No podrían encontrar un mejor candidato para Abril —aseguró mi querido amigo Carlos.
—Tú no me mereces llamarte amigo —le aseguré.
—Yo votaría por Josh para presidente del país, si alguna vez se postulara —agregó Blas.
— ¿Seguirán alabando al enemigo o van a ayudarme? —les dije algo nervioso.
— ¿Enemigo? —dijo algo confundido  Carlos.
—No te entiendo —me habló Bla—Me confundes… con razón las chicas quieren alejar de ti a Abril.
— ¡Perfecto! Lo haré todo yo solo… con amigos así, quien necesita enemigos. Hasta Álvaro, me hubiese apoyado más en esto que ustedes —les reproché.
— ¿Espera un segundo? —me dijo Blas y sonrió —¿Con eso nos estas queriendo decir que estas CELOSO de que Abril salga con otro?
—Solo estoy diciendo que voy a proteger a mi AMIGA de una desilusión —le dije sin mirarlo a la cara.
—Mayor desilusión que tú, no creo —me dijo Blas. Lo miré asesinamente.
—Conmigo ya sabe lo que tiene, no hay más. Pero con un extraño, y más de esos que son buenos, son los peores. No hay que fiarse —dije hablando como todo un sabio.


Carlos soltó un cansado suspiró y apoyó su mano en mi hombro.


—Solo porque eres mi amigo, mi hermano, voy a ayudarte tratando de sacarle un poco de información a Emma.
—Te advierto que es terrible —le dije. Él sonrió divertido.
—Lo sé —dijo con tono bobo. Miró a 
María y lo empujó levemente —A ver cuando te le declaras a María, para que le puedas sacar información también.
—Sería algo más que información lo que le sacaría —dijo poniendo cara de idiota enamorado. Lo miré preocupado.
—Sí claro, estoy completamente seguro de que ella le sacaría información a él —le dije a Carlos.


Una figura salió del salón y comenzó a caminar por el pasillo. Me incorporé de la pared, en la que estaba apoyado, para mirarla. Era Abril.


Mis ojos se abrieron bien al ver que caminando hacia ella venía Devine. ¡Oh diablos, esto no podía ser cierto! Vimos como 
María se asomaba por la puerta y sonreía al ver a Devine.

—¡Abril! —la llamó fuerte.

Ella se giró a verla al rápidamente, y al instante en que hizo eso se chocó de frente con él. Devine fue rápido y la tomó de la cintura, impidiendo así una caída segura por parte de ella. La escenita se estaba llevando más miradas de las que realmente se ameritaba. Sentí como la sangre corría más rápido por mis venas al ver como él la estaba mirando. Y aun no la había soltado.


—No pudo haber sido mejor —dijo 
María sonriente.
—Más vale que vaya sacando sus manos de ella, porque o sino aquí va a correr mucha, pero mucha sangre —aseguré sin dejar de mirarlos.
—Lo siento, ¿estás bien? —le preguntó él a ella, cuando al fin la soltó.
—Sí, sí. Perdón, soy una tonta… no estaba mirando mi camino —se disculpó ella.
—Soy Josh Devine —se presentó y estiró su mano. Ella la tomó con cuidado.
—Abril Brooks —le dijo con una pequeña sonrisa.
— ¿Eres nueva? —le dijo él.
—Sí, entré este semestre —le contó. Josh asintió y le sonrió amablemente.
—Sabía que había entrado gente nueva, pero no había tenido el agrado de conocerla. Es un placer… bienvenida.
—Muchas gracias —dijo ella y vi como sus mejillas tomaban un poco de color.
—Cualquier cosa que necesites me avisas… por si no sabías soy el presidente del centro de estudiantes, cualquier cosa que pase con las materias o algún profesor no dudes en contarme. Así podremos arreglar el problema.
—Lo tendré muy en cuenta —dijo Abril.
—Vaya que eres una genio 
María, no pudo haber salido mejor el numerito —la felicitó Blas. María sonrió orgullosa.
—Pero esto no fue planeado, yo no esperaba que se encontraran en el pasillo. Pero al parecer el destino sí —dijo contenta.
—Pero si hiciste que se chocaran —le dije mirándola mal. Ella arqueó una ceja.
— ¿Celoso primito? Pues bien merecido te lo tienes —me dijo
— ¿Saben una cosa? Todos tienen razón —dije y miré de nuevo a Josh y Abril. Se estaban despidiendo. —Josh es un tipo estupendo, es más voy a hacerme su amigo.
—Sí, claro —dijo Carlos.
—Lo que digas —agregó Blas.


Abril siguió su camino hacia el lado de la cafetería, mientras que Josh comenzó a caminar para el lado en el que nosotros nos encontrábamos.


— ¡Josh, amigo! —le dije. Él se giró a verme — ¿Cómo estás?
—Hola Dani —me saludó —Bien, ¿y tú?
—Perfecto —le dije.
—Me alegro —dijo y detuvo su paso para mirarme — ¿No tienes ningún problema con algún profesor verdad?
—Por ahora no amigo, para nada —dije negando con la cabeza.
—Que bueno, pero cualquier cosa no dudes en avisarme…
—Tranquilo, cualquier cosa iré a verte.
—Estoy para lo que necesites.
—Lo sé, eres un gran presidente —le dije.
—Eso intento —dijo divertido y siguió caminando.
—Eres un manipulador horrible —me acusó mi prima.
—Y tú eres una prima horrible. ¿Cómo le vas a entregar a Abril así como si fuera un paquete o algo por el estilo? ¿Qué clase de amiga eres? Olvídate de que somos familia… ya no te quiero más —le dije y miré para otro lado.
—No importa que ya no te quiera 
María—le habló Blas —Yo estoy aquí para cuidarte cuando este primo abandónico que tienes te abandone.
—¿En serio? —le dijo ella.
—Claro que si caramelito —dijo él.
—Awwww, eres tan tierno —dijo ella y se acercó a él para pellizcar su cachete. Blas acepto el gesto como lo mejor que le hubiese pasado en toda su vida.
— ¿Lo ves? Eres una persona horrible… hasta haces que Blas diga puras tonterías en más de dos oraciones —le dije.

Golpeé levemente a Blas para que dejara de mirarla con cara de imbécil —Además de que yo conozco a Josh a raíz de mis problemas con la autoridad de este lugar, mucho antes de que Abril llegara…
—Pero nunca te había importado lo que hacía, ni nada sobre él. Así que mantén tu persona alejada de él y de Abril, porque o sino vas a acordarte de mí —me aclaró ella.
—No sé, no puedo prometerte nada primita. Ya sabes que tengo varios problemas con la autoridad de aquí —le dije.
—Prométemelo, Dani —sentenció.
María, no sé si pueda.
— ¿Por qué haces esto? —me preguntó.
—Porque está muerto por Abril y no quiere admitirlo…
—Admítelo —me dijo mi prima.
—Es que eso no es así, yo solo quiero cuidarla porque es mi amiga…
—Sí, una amiga con la que te gusta acostarte. Con la que te gusta tener sueños pervertidos. Y a la que te gusta besar por ahí —me acusó.


Sonreí burlonamente y sin querer recordé algunas de las cosas vividas con Abril la noche pasada.


—Eso sí es verdad —dije con una sonrisa perversa en los labios —Ella es tan… grrr
—Eres tan sucio —me dijo ella.
—Y a mucha honra —aclaré.
—Te detesto —me dijo mirándome venenosamente.


Le sonreí y palmeé suavemente su hombro. Haciendo que su odio hacia mí se incrementara notablemente.


—Yo también te quiero prima…





Hola!!! 

Aquí estoy con un nuevo capítulo espero que os guste.

Gracias por leer y comentar.

Besos, María.

1 comentario:

  1. Te entiendo, Abril y Dani son puro amor jajja a ver que pasa en los próximos.
    Me alegro de que te haya gustado.
    Ya lo vi, muchas gracias por leer.
    Espero poder subir mañana.
    Besos

    ResponderEliminar